En los últimos tiempos la sociedad nos ha impuesto un ritmo de vida infernal, somos esclavos del reloj y del tiempo, teniendo programado casi nuestra vida entera.
Y por ser esclavos de ellos se han perdido muchos detalles que dan valor a esta vida que es tan sufrida y que nosotros mismos la hacemos mas complicada. Hace tiempo que no decimos un te quiero, o dar un abrazo o un beso a las personas que uno quiere. No lo hacemos porque lo damos por supuesto pero que de vez en cuando viene bien un gesto de cariño. Y no nos hace débiles si no personas.
Ante la falta de muestras de afecto tenemos que buscar en los pequeños detalles de las personas esas muestras, una mirada, el tono de la voz o de un detalle insignificante convertirlo en un detalle.
Ya que este ritmo de vida es agotador hay que hacer que los detalles sean evidentes y no tener que descubrirlos en el interior de las personas. Así la vida sera mas llevadera.
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