Hay tantos sueños distintos como estrellas en el firmamento. Cuando somos pequeños tenemos miles de sueños (ser bombero, astronauta, deportista,....) y cada uno de esos sueños representa una estrella en nuestro firmamento. Vemos las estrellas, observamos su luz e incluso alzamos la mano con la idea de poder acariciarlas, pero vemos que no es tan evidente ni sencillo hacerlo.
Según avanzamos en la vida vamos renunciando a muchos de los sueños que teníamos de la infancia, es decir, apagamos estrellas de nuestro firmamento aunque algunas de ellas solo eran estrellas fugaces. Pero muchas veces apagamos las estrellas porque presuponemos que el esfuerzo es demasiado para la recompensa que se obtendría, aunque no sabemos el alcance de dicha recompensa. Que la estrella esta demasiado lejana para realizar el viaje hacia ella. En algunos casos tendremos la razón de nuestro lado pero en otros nos estamos privando de un viaje excelente y enriquecedor.
Llegara un día en el que si seguimos apagando estrellas solo nos quedara la oscuridad total y en ese momento nos daremos cuenta de que por no esforzarnos un poco no hemos sido capaces de tocar una simple estrella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario