- Perdona, nos conocemos?. Pregunta ella de forma brusca.
-No ,no nos conocemos porque no se tu nombre. Miré en esta dirección y me encontré con tu silueta. y no se porque me acerqué hasta aquí.
- Ya es casualidad, podrías haber mirado en la otra dirección y molestar a aquella persona.
- Esta bien , veo que necesitas estar sola. Yo suelo venir aquí casi todos los días a que el sol se lleve la amargura que tengo dentro y creo que tu también por las lágrimas que se derramaban por tu cara.
Ella se levanto inmediatamente y se dirigió hacia el paseo marítimo sin decir adiós ni mirar atrás. Le habían interrumpido su momento de paz y tranquilidad aunque es cierto que ella también esperaba que la playa le devolviera lo que mas quería. aquel día de Junio de hace seis años el mar se llevo a su hijo pequeño y todavía no se lo había devuelto. Cada día esperaba en la playa a que se lo devolviera, le rogaba y le suplicaba al mar por su hijo pero la respuesta era siempre negativa.
La vida dejo de ser vida aquel día de Junio.
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