jueves, 4 de noviembre de 2010
La liberación
Ángel siguió yendo todos los días a la playa para ver el ocaso y que su tristeza se mitigara. Sara había sido lo mas bonito que le había ocurrido en la vida, le había confiado sus miedos, sus temores y sus secretos y ella se había marchado con otro. se hacia siempre las mismas preguntas y siempre obtenía la misma respuesta: el vacío.
Pasaron los días sin ver a la mujer rubia en la playa, hasta que ella se sentó al lado suyo.
- Me llamo Estrella y vengo aquí todos los días para que el mar me devuelva algo que perdí. Mi hijo se ahogo en esta playa hace seis años y el mar todavía no me ha devuelto ni siquiera su cuerpo. Solo vivo para estos momentos del día, el menos esperado mi hijo aparecerá y no quiero que nadie me estropee el momento.
Tras terminar su historia, se levantó y se marcho de la playa.Una pesada carga se había liberado dentro de ella, a nadie le había dicho el motivo de ir todos los días a la playa, pero siempre es mas fácil comentárselo a alguien extraño que a alguien conocido. Además, supo que el la entendería sino no estaría aquí mirando al horizonte. El sufrimiento era ahora mas llevadero para Estrella.
Mientras tanto Ángel meditaba sobre la historia que le había contado Estrella e incomprensiblemente sonrió.
-Mi sufrimiento no es nada comparado con el de ella. Se dijo a si mismo.
Una nueva visión de la vida se le aparecía a Ángel, una visión ya no tan negra.
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