miércoles, 26 de enero de 2011

Las dos caras de la Navidad



En primer lugar os pido disculpas por haber descuidado el blog. La vorágine en la que estoy inmerso me ha impedido atenderlo como se merece.

En este tiempo de impás en el blog han pasado unas fechas muy especiales para todo el mundo como es la Navidad. Momento el cual en el que todo el mundo se vuelve menos arisco, la familia se reune y los niños esperan con impaciencia al Olentzero y a los reyes Magos. Durante esa semana y media se producen multitud de momentos mágicos, especiales que se quedaran alojados en nuestras mentes.
Pero la Navidad también tiene su cara triste, además de la vorágine consumista que nos asalta y con el estrés que ello implica. El momento de la cena en el que toda la familia esta reunida pero que hay una silla vacía, una silla que tiene nombre pero que su dueño no volverá a sentarse ahí. Ese momento antes de que de comienzo la cena es un momento muy triste e inevitable donde uno se da cuenta que la felicidad nunca sera completa.
Por este motivo mucha gente desea que estas fechas vuelen en el calendario.

La Navidad da muchas satisfacciones, pero siempre deja algo de tristeza en el corazón.