miércoles, 24 de marzo de 2010

Juicios a personas


Existe cierta tendencia a juzgar a la gente por su apariencia física, dando a entender que conocemos el interior mirando solamente lo que nuestros ojos ven. Para contrarrestar este efecto recurrimos siempre a la mítica frase: "lo importante es el interior" pero pocas veces la ponemos en practica porque inevitablemente es el exterior de alguien lo primero que observamos.
Y esto no solo ocurre con las personas sino también con el resto de las cosas o situaciones, si tuvieramos que elegir entre un restaurante con grandes ventanales, con mucha luz y otro en el que la oscuridad reina, instintivamente elegiremos el primero aunque la comida sea mejor en el segundo, habiendo realizado ya el primer y único juicio.

Por lo tanto no nos echemos en cara unos a los otros el hecho de elegir a alguien por su aspecto físico, porque esta misma acción la realizamos a diario, aunque es cierto que un buen envoltorio implica un buen regalo.

jueves, 11 de marzo de 2010

La solución


Ir al capitulo 1, luna llena

Ir al capitulo 2, la melena morena

Ir al capitulo 3, el restaurante


Esa noche no pude dormir, me negaba a creer que todo era un sueño, que había sido mi un engaño de mi subconsciente, pero la realidad me indicaba que así era. En mi interior se estaba realizando una lucha interna entre lo que vi y lo que realmente me decía la realidad.

Tuvieron que pasar varios días para que la imagen de la melena morena se fuera diluyendo poco a poco, me resigne a que no la volvería a ver, de hecho de autoconvencí de que no la había visto nunca mas que en mi imaginación. Pero regrese mas o menos a una cierta rutina que me vino muy bien para poder olvidar.

Pero algo inesperado sucedió en la claridad de aquella noche, salí al balcón en busca de aire fresco y ....allí estaba!!! sentada en un banco iluminada por la luz de la luna llena, parecía un ángel venido del cielo, es mas era un ángel. Mis ojos no daban crédito a lo que veían, no parpadeaba por miedo a que esa imagen desapareciera pero al final parpadee y ella incomprensiblemente desapareció. Baje raudo a la calle para intentar encontrar pero no había nadie, solo encontré un papel encima del banco.
"Soy parte de ti, aunque no me puedas ver."

miércoles, 10 de marzo de 2010

En el restaurante


Ir al capitulo 1, Luna llena
Ir al capitulo 2, La melena morena

Pasaron los días y esa melena morena se mantenía todavía en mi cabeza. El trabajo y el tiempo hicieron que el recuerdo de aquella melena morena se fuera diluyendo, aunque no viniera tan asiduamente sabia que seguía ahí, dentro de mi.
Cuando el trabajo se hizo menos intenso, y por lo tanto poseía mas tiempo libre, decidí que tenia que volver a ver esa melena morena, necesitaba verla otra vez, eso me decía mi voz interior porque se estaba convirtiendo en un recuerdo lejano. Así que me prepare con mis mejores ropas y salí a cenar a ese restaurante donde debía de estar esa melena morena. Ilusionado como nunca me encontré la decepción de siempre. Mire a todos lados y en todas direcciones pero no la encontré, supuse que hoy no vendría a trabajar, que seria su día libre. Me convencía de que al día siguiente estaría allí y que volvería a verla. Con la misma esperanza que el día anterior repetí la misma rutina al día siguiente y el resultado fue el mismo, ni rastro de esa melena. Decepcionado de nuevo y venciendo mi vergüenza pregunte a un camarero por la camarera morena.

-Una camarera de melena morena? Lo siento, no me suena de nada y llevo trabajando aquí ya 6 meses.

No di crédito a lo que mis oídos escucharon y mi expresión de sorpresa poco a poco se transformo en tristeza y con esa tristeza dibujada en el rostro salí del restaurante.

martes, 9 de marzo de 2010

La melena morena

Ir al capitulo 1, Luna Llena

Julian y yo continuamos la noche tomando unas copas en la zona de bares que había cerca del restaurante. en el primer bar, Julian estaba ya hablando con una rubia de pelo rizado con la que parecía que hacia muy buenas migas, por lo que ya se podía suponer como acabaría su noche. Yo, sin embargo, no podía dejar de pensar en la morena del restaurante. Me había cautivado o hechizado porque no podía sacármela de la cabeza. Intente mantener una cierta conversión coherente con la amiga pelirroja pero me era imposible, mis pensamientos estaban dedicados a aquella melena morena. Ella estaba incomoda porque yo no la prestaba la suficiente atención y ella también vio que su amiga había cambiado los planes de esa noche sin contar con ella.
Después de un rato, que se me hizo eterno, apareció en escena un hombre que se presento como amigo y se dispuso a hablar con la pelirroja. En la cara de ella apareció un leve gesto de alivio, y ella pudo comprobar que yo también lo realizé el mismo gesto. Aproveche la oportunidad para despedirme de todos alegando que no me encontraba muy bien del estomago, mentira piadosa, y que me retiraba a casa. Tras las pertinentes despedidas me encamine hacia mi casa con solo una imagen en la cabeza: aquella melena morena.

lunes, 8 de marzo de 2010

Luna llena


-"Pedro, hoy la luna esta llena, es noche de lobas" me comentaba Julian con una sonrisa picara en el restaurante.
Julian, a pesar de estar casado, era un juerguista incorregible y salia todas las noches que el cuerpo le pedía fiesta que a decir verdad eran casi todas. no tenia reparos en alardear sobre todas las mujeres con las que ha estado, su matrimonio se había roto desde el momento en que firmaron. Sara se casó con él por salir de su casa y él por presumir de mujer, porque Sara era y es una mujer preciosa, pero simplemente no se querían.
Llegó la camarera con nuestras bebidas y Julian le comento algo que no le hizo ninguna gracia a ella. A veces Julian se ponía en evidencia y por proximidad a mi también. No lo hacia con mala intención, simplemente era así, y por eso seguía siendo mi amigo.
Estuve atendiendo a Julian sobre su ultimo escarceo, con todo lujo de detalles, hasta que mi mirada se giro hacia una zona del restaurante. Y ahí la ví. Unos ojos verdes esmeralda y una sonrisa de ángel junto con un cuerpo muy bien proporcionado y..... una preciosa melena lisa morena que le llegaba hasta la mitad de la espalda. Parecía sacada de cualquier revista de moda.
-"Pedro, estas bien?" preguntó Julian.
Julian me despertó de un sueño que duró simplemente un instante. Asentí de forma positiva, pero cuando volví a girar la cabeza en busca de esa preciosidad ya no estaba, había desaparecido.