martes, 2 de noviembre de 2010

Meditando en la playa



Sentado sobre la fría arena de la playa observo el horizonte esperando a que el sol desaparezca por él. Analizo lo que sucedió no hace mucho recordando el cosquilleo de tus dedos sobre mi piel, los susurros en mi oreja donde me decías que me querías, el movimiento de tu melena y  tu sonrisa contagiosa
Ahora lo único que siento es  el frío roce de la arena en mis manos, la suave y fresca brisa sobre mi cuello y el cosquilleo en mi piel proviene de las gotas que el mar lanza sobre mi.
El sol desaparece y con él, se debe llevar mis recuerdos pero parece que esta noche como en tantas otras no los quiere. es normal, nadie quiere regalos amargos.
Mi mirada se torna hacia la izquierda y encuentro a otra persona mirando pensativa al horizonte. Instintivamente me acerco hacia ella, sin razón ninguna, hacia su silueta hasta el punto de que descubro una chica delgada y rubia con lágrimas cayendo por sus ya sonrosadas mejillas.

-Hoy tampoco quiere el sol nuestros malos recuerdos. Le comente.

Ella se sobresalta y se rápidamente seca los ojos con la manga de su jersey verde.

-Tranquila, no te asustes. Me llamo Angel y creo que estamos aquí por el mismo motivo.

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