jueves, 8 de septiembre de 2011

Niebla

Un nuevo día despierta. La persiana sube despacio como mis párpados y las cortinas son retiradas para ver como será el día que comienza. Un a espesa niebla inunda mi horizonte, no consigo ver mas allá del marco de la ventana. Es una niebla tan espesa que se puede retirar con la misma mano en la que uno se puede desorientar facílmente. Por suerte, conozco el camino de con los ojos cerrados. Sino estaría tan perdido como las ideas en mi cabeza.
Hace tiempo que una niebla inunda mi cabeza, ideas que vagan sin dirección alguna y por lo tanto una vida que no tiene una dirección definida. Algún día, esa niebla se desvanecerá como esta niebla mañanera.

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