viernes, 18 de febrero de 2011

Lágrimas



El viento acaricia tu cara intentando secar esas lágrimas que recorren tus mejillas. Seca una pero tus ojos no dejan de verterlas. Las lágrimas es la sangre del alma y cuando al alma le hacen daño, sufre y a veces sufre tanto que lo que tiene es una herida muy profunda de donde brotan las lágrimas.
No hay cura ni medicamento salvo el del tiempo para que la herida se cierre y mientras este abierta seguirá vertiendo al exterior su sangre.

No hay mayor dolor que aquel que uno no puede controlar.

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