jueves, 15 de enero de 2009

El metro


Aunque parezca una frase típica de chistes rápidos, el otro día me di cuenta de la similitud entre un viaje en el metro y la vida misma. Básicamente, porque el viaje en metro comienza en una parada y en las paradas sucesivas aparecen personas nuevas, desaparecen otras y otras continúan en el vagón, hasta que llega el momento en bajarse del vagón. Con la vida misma ocurre lo mismo, empiezas en un punto, vas pasando etapas en las que conoces gente nueva, desaparecen otras y algunas todavía continúan contigo incluso hasta el final de tu trayecto. Poco o mucho tiempo que estés con ellos, lo verdaderamente importante es la huella que dejan en tu interior, disfrutando de su compañía y recordándolos cuando no están a tu lado.


La única diferencia entre un viaje en metro y tu vida es simplemente que en el metro conoces tu parada final y el tiempo que te queda hasta llegar. En cambio, en tu vida ese destino es totalmente desconocido y no se sabe cuando tiempo queda. La vida es un viaje de ida de un punto a otro desconocido. Y el hecho de no saber el final hace más interesante y emocionante el viaje.

2 comentarios:

Nago dijo...

Gente nueva que sube al tren, gente que se baja, gente que se queda alguna parada más, gente que se queda hasta el final...

Me ha encantado el simil!!

La vida es así, como un pequeño-gran viaje de metro o tren, pero con un destino y una duración desconocidas.

Thanks por seguir en mi tren ;-)

Romano dijo...

Las gracias te las doy a ti por dejarme viajar en tu metro, espero que lleguemmos juntos hasta el final del trayecto.