Para lo bueno y para lo malo. Al final en esta vida todo tiene una fecha de caducidad. En la mayoría de los casos conocemos o intuimos cuando se produce ese final. La noche acaba con los primeros rayos del sol, el fin de semana acaba con los resúmenes de los partidos de fútbol, y así muchos mas casos en los que el tiempo determina el final sin importarle absolutamente nada de lo que deseas.
Algunos casos es imposible determinar cuando acaba algo, porque después de la tempestad siempre vendrá la calma, pero no sabemos a cierta ciencia cuando acabaran los truenos. Hay momentos que deseamos que duren una eternidad y se van en un suspiro y otros queremos que desaparezcan en un segundo y sin embargo permanecen durante mas tiempo. Nos cuesta un mundo decir adiós a algo que nos hace feliz pero inevitablemente debe ser así, para poder encontrar nuevas sensaciones y mejorar como personas. Porque como esta vida no se detiene, siempre habrá algo que hacer, algo por lo que vivir y luchar, y no debemos estancarnos.
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