jueves, 21 de mayo de 2009

Oscuridad


Abro los ojos y siento el cuerpo cansado y pesado. Solo veo oscuridad, ni un simple rayo de claridad recibo, solo oscuridad absoluta. Cierro y vuelvo a abrir los ojos, intentando acostumbrarme a ella pero resulta inútil. No distingo ninguna forma y no veo ningún punto de referencia por donde guiarme. Extiendo mis brazos y mis manos en busca de algo a lo que agarrarme, ando despacio por miedo a lo que me puedo encontrar por el camino. Doy un primer paso, luego otro y otro,......... solo encuentro vacío y el silencio como única compañía. Sigo caminando pues no tengo otra opción, en la supervivencia hay que tomar decisiones aunque sean las equivocadas. No sé cuánto tiempo llevo caminado, lo que parecen minutos se convierten en eternidades. Esto es lo más parecido a una travesía en el desierto, ningún ruido y todo parece igual.
De repente mi cuerpo golpea contra una especie de pared y un rayo de una luz radiante me ilumina. Mis ojos intentan acostumbrarse lo más rápido posible a la intensidad de la luz. Camino hacia ella esperando encontrar una salida hacia no sé donde, camino lo más rápido que mi cuerpo es capaz, la luz va ganando terreno a la oscuridad hasta tener enfrente de mí la más absoluta claridad. Me detengo y la contemplo, me digo ¡¡¡cuanto te he echado de menos!!!. Giro mi cabeza de un lado a otro intentando situarme. Es un túnel en el cual hay un cartel “Final del camino, dirección única”.
Acabo de realizar el camino para dirigirme a otra vida y no hay vuelta atrás. El final de mi vida ha llegado, ¿que me deparara el futuro, si es que lo hay?

2 comentarios:

Nago dijo...

uy... te noto un pelin tristón... todo bien???

En la oscuridad, siempre se distingue algún claro de luz :-)

Romano dijo...

Es verdad que estando triste consigo elaborar distintas historias, mas de una vez te dije que era como Alex Lumbago.

POr cierto, no has comentado nada de nuestro idolo.