Nos colocamos en la linea de salida nada mas nacer, a partir de ahí comenzamos a andar hasta que la meta nos encuentra o la encontramos a ella. A cada momento de esta vida, vamos caminado y recogiendo las piedras del camino simplemente para recordar los momentos que hemos pasado por dicho camino, como el recuerdo de una foto antigua, un juguete o un olor que nos induce a recordar aquellos momentos. Que decir que antes de empezar esta aventura poseemos una mochila donde poder almacenar todos los recuerdos, tanto buenos como malos.
Por cada camino que vayamos a lo largo de esta travesía los iremos recogiendo hasta el punto de que no podemos llevar tanta carga encima, por lo que paramos y revisamos la mochila que esta a nuestra espalda. Siempre haremos la misma pregunta si somos felices, pues para ello se usa una balanza, como la de la justicia, donde a un lado ponemos los buenos recuerdos y al otro los malos.
Observamos asombrados que tenemos muchos buenos pequeños recuerdos que nos han hacho ssonreíren aalgúnmomento del viaje y los colocamos en un plato de la balanza. Ahora toca colocar aquellos dolorosos momentos, vemos que eestánen el fondo de la mochila, como escondidos pero que en definitiva eestán observamos que no son muchos pero por desgracia son grandes y pesados. Al colocarlos sobre el otro plato y la balanza empieza a oscilar fuertemente, aguardamos impacientemente hacia que lado se inclinara mas.
Pero el resultado depende de los recuerdos de cada uno.
2 comentarios:
Una reflexión muy acertada...
Muchos besitos.
Perdona que llegue tan tarde. Estoy teniendo problemas en las actualizaciones de algunos blog que sigo.
Gracias Ana
No tienes porque disculparte. Yo tampoco es que este al dia en los blogs.
Muxus.
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