-"Pedro, hoy la luna esta llena, es noche de lobas" me comentaba Julian con una sonrisa picara en el restaurante.
Julian, a pesar de estar casado, era un juerguista incorregible y salia todas las noches que el cuerpo le pedía fiesta que a decir verdad eran casi todas. no tenia reparos en alardear sobre todas las mujeres con las que ha estado, su matrimonio se había roto desde el momento en que firmaron. Sara se casó con él por salir de su casa y él por presumir de mujer, porque Sara era y es una mujer preciosa, pero simplemente no se querían.
Llegó la camarera con nuestras bebidas y Julian le comento algo que no le hizo ninguna gracia a ella. A veces Julian se ponía en evidencia y por proximidad a mi también. No lo hacia con mala intención, simplemente era así, y por eso seguía siendo mi amigo.
Estuve atendiendo a Julian sobre su ultimo escarceo, con todo lujo de detalles, hasta que mi mirada se giro hacia una zona del restaurante. Y ahí la ví. Unos ojos verdes esmeralda y una sonrisa de ángel junto con un cuerpo muy bien proporcionado y..... una preciosa melena lisa morena que le llegaba hasta la mitad de la espalda. Parecía sacada de cualquier revista de moda.
-"Pedro, estas bien?" preguntó Julian.
Julian me despertó de un sueño que duró simplemente un instante. Asentí de forma positiva, pero cuando volví a girar la cabeza en busca de esa preciosidad ya no estaba, había desaparecido.
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