miércoles, 22 de julio de 2009

La ciudad parece distinta


Esta noche el calor no me deja dormir, solo hago que dar vueltas en la cama buscando la posición más cómoda y fresca en la que el cuerpo diga que es esa la posición. Me duermo pero al instante me vuelvo a despertar. Definitivamente me doy por vencido y decido ir al balcón a tomar el aire, un aire que es cálido pero que se agradece después de todo el calor que genere en la cama. Es de noche y la ciudad duerme con las luces de las farolas encendidas indicando que le disgusta la oscuridad total. El cielo va cambiando su color oscuro aunque en el horizonte ya se atisba un cambio de color indicando que un nuevo día va a comenzar. La ciudad se vista para una dura jornada, ríos de personas inundaran las aceras peleándose con automóviles para llegar cuanto antes a su destino. Ruidos que provienen de cualquier lado, gente gritando, coches hablando, la verdadera vida de la ciudad hace su aparición, y con ella a su lado el stress que posee.


Unas horas antes se podía oír hasta mi propia respiración y ahora soy incapaz de oír mis propios pensamientos. Intento aislarme de todo ruido rememorando esas primeras horas donde el más ínfimo ruido era perceptible, pero es imposible. Debo dejar pasar el tiempo para que la ciudad vuelva a dormirse y disfrutar de su sueño, velando por él. Viendo que esta ciudad es diferente a la que vi hace solo unas horas. Es como una moneda la cual se le ha dado la vuelta.
Cierro los ojos mientras la brisa me acaricia, solo escucho el silencio y la sensación de paz retorna un día más.

4 comentarios:

Nago dijo...

Cada día escribes mejor!! me encanta!!

Romano dijo...

No me halages tanto que al final me lo voy a creer.

Victoria dijo...

Me siento identificada con lo que escribes,bellas percepciones y tán reales.Gracias por compartir.Con cariño Vicky

Romano dijo...

Gracias a ti Vicky por visitarme.
Intento escribir lo que pasa a nuestro alredeor pero que no vemos.