jueves, 29 de octubre de 2009

El sendero de la vida


Caminado por una estrecha senda, en la que un lado se encuentra una fría y oscura pared y al otro lado un precipicio. Por sensatez, se debería estar mas cerca de la pared que del precipicio pero de forma inconsciente nos acercamos a él. Siempre nos atrae lo prohibido o lo que desconocemos. Y damos pasos hacia el precipicio, pasos cortos y seguros aunque el riesgo de caernos nos hace realizarlo con cuidado hasta el punto de que debajo de sus pies solo se interpone una piedra, y el resto es aire.
Muchos de ellos se acercan tanto que al final caen al fondo del precipicio, otro se acercan tan poco que ni se atreven a mirar al fondo y los últimos se acercan sin ningún pudor y lo observa con total tranquilidad. Aunque parezca mentira esto representa nuestra actitud a lo largo de nuestra vida.
Los primeros no miden las consecuencias de sus actos y al final caen, los segundos miden las consecuencias mucho antes de que suceda algo teniendo como bandera "y si.....", y finalmente los últimos que conociendo sus virtudes y limitaciones saben hasta donde debe llegar y se dedican a disfrutar simplemente del paisaje.

2 comentarios:

Ana dijo...

Uff...Que bien lo has descrito. A mi me gusta disfrutar del paisaje y lo intento, quizás es que me he caído otras veces y ya soy más prudente...Me ha encantado tu post.

Muchos besitos Romano.

Ah...Me gusta mucho la musica que tienes en el reproductor..Nek, Efecto Mariposa...;)Coincidimos...

Romano dijo...

Es dificil no resistir a la tentacion de asomar lo maximo. Despues de caernos varias veces medimos mas los pasos a dar.

Gracias.

Sobre la musica, si es que somos unos sentimentales.