Ir al capitulo 1, El acantilado
Un ruido algo distorsionado sonaba al otro lado del teléfono e inmediatamente Marcos con una voz entrecortada dijo:
Mama, papa. Os quiero.
Su madre era la que había contestado al teléfono. Estaba un poco desorientada porque el sonido del teléfono le había despertado del placido sueño en el que estaba sumergida.
Mama, papa. Os quiero.
Su madre era la que había contestado al teléfono. Estaba un poco desorientada porque el sonido del teléfono le había despertado del placido sueño en el que estaba sumergida.
-Marcos?. Hola cariño, te sucede algo, amor?.
-Hola mama. No, estoy bien, solo os llamaba para deciros que os quiero mucho. Como casi nunca estamos juntos no os lo digo, y hoy me apetecía hacerlo.
-Nene, nosotros también te queremos y sabemos que nos quieres. A nosotros también nos gustaría verte más a menudo. Ya sabes que puedes venir a visitarnos cuando quieras. La puerta de esta casa siempre está abierta para ti.
-Lo sé, pero debido a este maldito trabajo no puedo ir. No paro con tanto viaje ya casi no tengo vida social, ni a amigos, ni a Lucía...........
-Hijo, recuerda que a pesar de todo, tu nunca estarás solo. Nosotros estamos contigo a cada minuto aunque no nos veas. La vida te lleva en ocasiones a situaciones difíciles y es entonces cuando más que nunca te tienes que apoyar en la gente que te quiere. Recuerda que aquí tendrás un lugar donde llorar tus penas, contar tus alegrías o pedir un consejo.
-Gracias, mama por tu ayuda. Te quiero, os quiero a los dos.
-De nada, nene. Intenta descansar un poco que mañana lo veras todo con distintos ojos. Un beso, hijo y cuidaté.
-De nada, nene. Intenta descansar un poco que mañana lo veras todo con distintos ojos. Un beso, hijo y cuidaté.
El cielo iba cambiando a una tonalidad más oscura y las luces de las farolas comenzaban a realizar su trabajo. Marcos apagó el teléfono y se lo guardo en su bolsillo. Estaba confuso porque realmente todo era confuso. Hace un par de horas solo se planteaba ir a su rincón a desconectar y ahora se estaba replanteando toda su vida. No le apetecía irse al hotel y se dispuso a caminar sin un rumbo fijo. Estaba tan inmerso en sus pensamientos que ni se dio cuenta de que pasó varias veces por la Plaza Mayor. Tenía un dilema en su cabeza y no sabía que opción elegir.
To be continued.....on Monday
1 comentario:
Pues nada...El lunes estaré aquí...Me ha gustado.
Muchos besitos.
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