El suave tintineo de los cubitos de hielo sobre el whisky mantenía a Mario ensimismado en sus pensamientos. Se encontraba en un bar de carretera a mitad de camino de su casa y de su pueblo natal. Mientras movía los hielos del vaso recordaba su vida ideal hasta que hace tres meses se vino todo abajo. Su vida con un empleo estupendo, una mujer preciosa de la que estaba totalmente enamorado y su hija María, la niña de sus ojos, se había destruido aquel 20 de Octubre.Aquel día era un día frío y lluvioso como habían pronosticado los meteorologos pues se acercaba un temporal, pero el verdadero temporal le sobrevino a Mario en su propia casa. Su mujer, Laura, había decidido que ese día era el idóneo para dar el definitivo paso al frente. Hacia tiempo que la rutina y el tedio había llamado a su puerta y se había instalado en su casa como un familiar mas. Laura necesitaba algo nuevo, algo de acción que le indicara que todavía estaba viva, ser la protagonista de su vida. En definitiva, vivir su propia vida. y con esa explicación tuvo Mario que conformarse, cuando vio partir a Laura con sus maletas rumbo a un destino y una vida totalmente distinta a la que llevaba. Y la vida de Mario a partir de entonces tambien cambiaria sin llevar ninguna maleta a cuestas.
2 comentarios:
¿Continúa? Eso espero...
Muchos besitos.
De momento si.
Muxus.
Publicar un comentario